Qué duda cabe que nos estamos secando, en efecto algunas viñas del sector ya se están replanteando sus métodos de producción o simplemente se encuentran eliminando este rubro para dar paso al desempleo, dejando terrenos con una alta carga de agroquímicos y áridos
Waldo Vera Sánchez. Arquitecto.
En estos tiempos de demandas sociales y de instituciones públicas que no logran una sintonía común con el ciudadano, donde la persona ha perdido campo y se ha transformado más bien en un usuario o cliente del sistema, es bueno plantearse los escenarios futuros en los cuales estamos inmersos como comuna.
La carencia del agua, puesta sobre la mesa a raíz del nuevo plano regulador que se discute, carencia que ha sido ampliamente difundida por la Coordinadora Ecológica de Casablanca y su histórica marcha en Abril de este año, que fue ampliamente difundida por los medios comunales, regionales y nacionales, una marcha considerada histórica, ya que levantó el tema medio ambiental en una comuna pacíficamente dormida ente la explotación de nuestros campos . Por supuesto sin un eco real en nuestras autoridades más allá del proyecto “Canal de la Prosperidad”, que con el tiempo, alto costo del estudio y problemas legales de derechos de aprovechamientos de agua por la asociación de canalistas del río Maipo, seguro no verá su luz al menos en largo plazo. Algo que al político le conviene avivar, ya que calma curiosamente las aguas, pero que, a la luz de la información técnica y legal, pierde sustento y se transforma en un canto de sirenas.
Qué duda cabe que nos estamos secando, en efecto algunas viñas del sector ya se están replanteando sus métodos de producción o simplemente se encuentran eliminando este rubro para dar paso al desempleo, dejando terrenos con una alta carga de agroquímicos y áridos. En el mejor de los casos estos grandes paños de terrenos ya se encuentran loteados previamente a la aplicación del PREMVAL por parcelas de cinco mil metros cuadrados (recordemos que el PREMVAL en términos generales hoy solo permite subdivisiones de 2 hectáreas).Se puede entender que existió visión futurista ante el cruel escenario de la escasez hídrica y por supuesto manejo de la información de primera mano, antes de la aplicación de este instrumento regulador metropolitano del gran Valparaíso.
El futuro de Casablanca dados estos cambios, propicia un crecimiento exponencial en el área productiva industrial, eventualmente generación de empleo con un alto costo medio ambiental, pero también habitacional en especial de la segunda vivienda justamente en estos loteos rurales que comenzarán a prosperar (Maucolén es un caso emblemático) , por supuesto no habrá agua ni para unos ni para otros y el mercado informal de los camiones aljibes se cotizará a alto valor.
Últimamente está generando utilidades interesantes para los empresarios el negocio de la generación de energía con paneles fotovoltaicos, que incluso hoy ya es posible ver en nuestra comuna. Entonces no parece iluso vaticinar que al retiro de la producción vitivinícola el bello paisaje árido que ha de quedar sea cubierto por grandes campos de paneles para la explotación energética de lo que antes, fue un fértil valle de viñas.
Las opiniones vertidas en esta columna son de responsabilidad de quien las emite. Y no necesariamente, va de la mano con la línea editorial de Espacio Regional.
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