Alejandro Riveros tiene su terreno dedicado a la madera y materiales de construcción. También arrienda a una constructora y un mecánico. Son más de 27 años de trabajo, que en el último tiempo han sufrido un duro golpe a su patrimonio y seguridad.
En efecto, son cerca de 18 millones de pesos que ha ido perdiendo producto de estos robos reiterados, de todo tipo de maquinarias y materiales.
Lo primero que le preguntamos ¿Por qué vienen? Y don Alejandro se sincera: “Será porque es fácil robar acá. Hace 27 años me instalé, era un peladero. Ahora hay más luz, más movimiento. Esto ya pasó a castaño oscuro”.
Las marcas visibles de los atracos están a la vista: “Me violentan mi oficina, los cajones, la barraca, los automóviles del taller los desmantelaron. Y cuando no tenían más que hacer, rompieron los parabrisas. Se han llevado carretillas y motores eléctricos. Fácilmente, unos 15, 18 millones de pesos, por lo bajo, se han robado”.
Ante esto, le consultamos por el accionar policial y judicial que ha debido enfrentar y nos dice que “No me han citado como tal a la Fiscalía. He tenido que ir yo personalmente a ver mi caso, e indicar que mi lugar de trabajo ahora es un sitio habitado y tuvieron que corregir el expediente de la causa”.
Y acusa: “Tengo el nombre del compadre que ha venido, la foto, los vídeos, pero no han movido la causa, para desarchivarla. De Carabineros me han aconsejado incluso que no le pegue en la cabeza, cuando más en las canillas. Aún así, he llamado al cuadrante las veces necesarias porque el prefecto de Marga Marga me lo pidió, para aumentar la estadística y focalizxar el sector donde están produciéndose los robos. No quiero que le pase a otro”.
Ha invertido en cámaras de seguridad y reforzado la oficina. Se queda a vigilar y le ha afectado hasta su vida personal, cuando ha salido de madrugada desde su casa hasta acá.
Grabaciones en vídeo
Alejandro Riveros facilitó a Espacio Regional grabaciones en vídeo donde se aprecia el modus operandi de un mismo sujeto. En el vídeo 1, el sistema infrarrojo de la cámara capta al sujeto, que luego de un buen rato se percató de la filmación pero siguió perpetrando el robo:
En el vídeo 2, ya sabiendo de la cámara, se cubre el rostro:
Y en el tercer vídeo, viene con un cómplice:
Deje su comentario en su plataforma preferida