Reginato no ha encabezado una gestión que se caracterice por ser transparente y participativa. De ahí las aprehensiones. Basta recordar, como botón de muestra, las polémicas con el concejo, con respecto a la veracidad o no de los números entregados en las últimas cuentas públicas.
Patricio Cerda Adaro. ONG Viña Ciudad Nuestra.
Más de $80 mil millones, entrego el gobierno a los municipios del país. Para la región de Valparaíso son cerca de $8.500. Dinero fresco que apunta a combatir la emergencia sanitaria. De acuerdo a lo informado en el anuncio oficial, los recursos pueden destinarse a la compra de insumos médicos, pago de consultas, arriendos, pago de servicios básicos, en general todo lo que pueda considerarse necesario, en el marco de la actual pandemia y que aliviane la carga que han tenido los municipios estos meses.
Viña del Mar es la comuna que más recurso recibió; 1.460 millones, a “libre disposición”, porque, hay que decirlo, el gobierno no fue tajante a la hora de indicar si habría que rendir cuentas por los recursos recibidos. Es decir, una chequera firmada en blanco y sobre cuyos dineros no existirá ningún control. Quedamos solo a la espera que el municipio gaste en lo que corresponda. ¿Podremos confiar?
Reginato no ha encabezado una gestión que se caracterice por ser transparente y participativa. De ahí las aprehensiones. Basta recordar, como botón de muestra, las polémicas con el concejo, con respecto a la veracidad o no de los números entregados en las últimas cuentas públicas. Dicho sea de paso, en la última versión via streaming, también hay importantes inconsistencias; si a los concejales les esconden la pelota, ¿qué queda para el viñamarino común?
A la Participación Ciudadana tampoco le ha ido muy bien, aunque nos quieran convencer de lo contrario. Que la alcaldesa reciba a los vecinos en audiencia, que se haga una comida y regalos para el día del dirigente social o tengamos una fiesta por que los adultos mayores “pasaron agosto”, no es precisamente participación. Si se quiere tomar enserio a los vecinos se les debe incorporar en las decisiones que les afectan directamente. Lo otro, es música y relaciones públicas.
Habrá que estar muy pendientes del uso de los recursos entregados. Primero, si efectivamente lo que se compra o se paga tiene que ver con la pandemia, como también a quien se entrega. Labor fundamental en este control deberían tener los concejales, requiriendo la información y haciendo un seguimiento, en definitiva fiscalizando como la ley les mandata, lo mismo el COSOC viñamarino, órgano de la sociedad civil donde participan diversas organizaciones territoriales y vecinales. En segundo término y tal vez lo más importante, velar porque la entrega sea digna, alejada de cualquier show mediático. Seria brutal ver a la primera autoridad, hacer una fiesta de caridad, en medio del dolor y el hambre de tantos.
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